Fortuny eligió Portici para descansar, lo hizo acompañado de su familia y amigos, alquiló una casa durante cuatro meses al lado del mar en el verano de 1874, en ella fue muy dichoso, su cuñado, el también pintor Ricardo de Madrazo escribió desde allí a su padre diciendo:
" Al fin hemos venido a parar a este puerto de mar tan risueño, tenemos una casita preciosa, alegre, con jardín por un lado y el mar por el otro, la playa es bastante buena, el color de la arena es negra de lava.... La casa tiene un piso solamente como las casas de Africa además es muy fresca, hace una semana que estamos en este vergel..
.. Qué hermoso para pintar! lo raro de aquí es el color del mar, que no lo he visto en ningún lado, figúrate en azul cobalto claro..
Esto se parece mucho a Sevilla y a Granada, pero lleva ventaja por el mar.
De la serie que realizó en Portici, destacamos los desnudos de los anónimos muchachos pintados en la misma playa de su casa, resueltos con una simplicidad y una total maestría en el dibujo.
En estos cuadros se plasma la verdad pictórica a través de esa pincelada tan libre y sutil, con la que consigue la captación de la atmosfera que se respiraba en esos días cuando todo era felicidad y verano!
El 9 de noviembre de 1874 regresaron a Roma,donde Mariano Fortuny tenía su casa- taller, el 21 de noviembre fallecía súbitamente el pintor en Roma, fueron estas sus últimas vacaciones.
Yo fui a Portici buscando a Fortuny, buscando esa luz, ese cielo y ese sol, me lo imaginé todo, aunque la casa y la playa nunca supe dónde estarían, no creo que se conserve, por desgracia las arquitecturas populares desaparecen.